Me desperté poco después de las 6 de la mañana habiendo pasado probablemente la mejor noche desde que estaba en Tailandia. Aunque sólo dormí 6 horas las dormí muy bien. El tema es que a mí la luz del día me molesta bastante por dormir y me despierta, ya diferencia de España, en ningún mes país he visto persianas en las ventanas, permitiendo la entrada de luz solar ya desde primera hora de la mañana . Así que tocaba seguir el horario solar.

Como cada mañana, me preparé un café, escribí el periódico, mirar correos, algún tema laboral y finalmente ducharme. Tener aquella conexión a Internet tan rápida era toda una novedad en aquel viaje por lo que aproveché para hacer copias de seguridad totales de todas las fotos y videos, y digo totales porque aunque ya las hacía a diario con Google Fotos, éstas no se guardan en la misma resolución, por lo que ahora las guardé todas en un servidor propio en resolución original. Un montón de megas se subieron en poquísimos minutos.

A las 9h salí a pasear por la playa de justo frente a la habitación, pues sólo la había visto un poco el día anterior pero ya de noche. Además, en las playas encaradas al oeste va muy bien ir por la mañana ya que el sol las ilumina bien pero no toca directamente, por lo que el calor no es tan fuerte pero por el contrario la imagen que queda es perfecta. Al igual que en Koh Tao, aquí también parecía que la marea había bajado, pues una parte de la playa todavía estaba muy mojada.

La playa era la de Haad Yao, una de las más bonitas de Koh Phangan. Muy tranquila y con bungalows en primera línea, junto a terracitas de masajes o mi propia habitación. Todo ello detrás de las palmeras y con un agua a una temperatura tan agradable que incluso yo me bañaba.

Al cabo de un rato volví a la habitación para mirar cómo ir a la Full Moon Party que era al día siguiente y aún no tenía claro cómo ir. La Full Moon Party es una de las fiestas más famosas y mutitudinarias del mundo. Se celebra al sur de esta isla cada noche de luna llena, aunque evidentemente es en las noches de verano cuando hay más gente, por lo que yo iría probablemente en una de las mejores del año.

Podía ir de varias maneras. Una sería alquilando una moto aunque prácticamente ya lo había descartado porque las agencias me pedirían el carné de conducir internacional, que evidentemente no tenía. Además, todos los blogs y foros, la primera recomendación que hacen es no ir en moto. Así que las opciones se limitaban a buscar algún taxista y negociar un precio o algún servicio de transfer de los muchos que había para ir a la fiesta. El tema del taxi me preocupaba un poco quedar con alguno y que a la hora acordada no apareciera por estar haciendo otros viajes cobrando mas o simplemente por olvidarse, ya que esta noche tienen mucho trabajo. Así que fui buscando por las diferentes agencias de la zona donde estaba mi resort, que de hecho sólo había 3 o 4, y mirar a qué precio ofrecían el transporte de ida y vuelta a la Full Moon Party.

En la primera que pregunté estaba, literalmente, a 20 metros de las escaleras que daban acceso al balcón que iba a mi habitación. Entré porque en la misma pared ya había un cartel donde ponía «Full Moon Party Tickets». La mujer de dentro, una anciana pero muy amable, dijo un «Hallo», contesté diciendo lo mismo y entré para preguntar por aquellos tiques. Era un servicio de transfer en minivan que te recogía allí mismo, a 20 metros de mi habitación, te dejaba en la Full Moon Party y hasta las 6 de la mañana podía volverte allí mismo. El precio total era de 350 bats, 10€, más barato de lo que creía, pues hay que tener en cuenta que mi hotel estaba prácticamente en la otra punta de la isla, y mirando por Internet pensaba que al menos serían unos 400 bates ida y vuelta. De hecho eran 200 bates cada trayecto, pero al reservar ida y vuelta quedaba en 350. Hay que tener en cuenta que mi hotel estaba a más de 20 kilómetros de la plata donde se celebra la fiesta, la Haad Rin, por lo que 5€ por trayecto estaba muy bien y más teniendo en cuenta que era para ir a la Full Moon Party, día en que todos los transportes son más caros de lo habitual.

Después fui hacia el 7-eleven, ya en la carretera, donde había alguna agencia mas, pero lo cierto es que no ofrecían servicio de transfer a la Full Moon Party, pues se dedicaban a hacer tours por la isla , snorkelling y cosas similares, por lo que al final en ese momento ya casi que tenía totalmente decidido que tomaría la opción del lado del hotel. Ademas casi que sería como un taxi, pues me dejarían en la agencia pero es que la agencia se podría decir que está dentro del hotel. Hay que tener en cuenta que ese hotel era como un resort, con bungalows y edificios repartidos por toda una zona quedando caminos y la playa por en medio, es decir, no era un edificio, sino una serie de casitas repartidas por toda la zona. Y la agencia quedaba en medio de todo.

Después, y ya que estaba junto al 7-elevan, fui a comprar el de cada día, agua, una cerveza y la cena. Volví al hotel a tomarme la cerveza en el balcón, pues era como una terraza de restaurante en primera línea de mar, una maravilla.

A las 12h, después de tomarme la cerveza, fui a hacer el desayuno-almuerzo, o brunch como ponía en la carta del hotel (zona turística total) ya que como osta del hotel tenía un descuento del 20% lo que hacía que al final me saliera más barato que en el restaurante del día anterior y además el restaurante del hotel era una terraza en la misma playa, por lo que las vistas mientras comidas eran fantásticas. Aparte de estar a escasos 100 metros de la habitación.

Me senté en una mesa en el lado de la terraza que daba al mar y pedí «Omlette Veggie Style with rice», que en ese momento no sabía que era, bueno, el «rice» si, pero el resto no, pero uno de los propósitos del viaje era probar todos los platos que pudiera, y éste todavía no lo había probado. Resultó ser una especie de tortilla, contundente, de al menos 2 huevos, rellena de verduras y carne, y todo ello acompañado de arroz, y como no, pepino, que ponen en todos los platos. Era un plato realmente contundente, de hecho seguramente el que me dejó más lleno desde que estaba en Tailandia. El precio final 80 bates, un buen precio teniendo en cuenta el plato y sobre todo la zona. Evidentemente esto para mí ya era el almuerzo.

hacia las 13h volvía a la habitación caminando los cerca de 100 metros por la playa para dormir la siesta de dos horitas ya habitual. Si no durmiese estas dos horas estaría 4 o 5 cansado y sin ganas de hacer nada, pero en cambio, después de dormir 2 horas, me levantaba perfectamente como si el día empezara de nuevo.

A las 15h aproximadamente me despertaba, me tomaba un café, escribía el periódico, me duchaba otra vez, etc. Eran como dos días en uno solo.

Por la tarde, ya casi decidido que iría a la Full Moon Party con la agencia de al lado del hotel, estuve mirando consejos para ir a la fiesta a varios blogs y foros. Y suerte que lo miré, porque hay algunas cosas que tener en cuenta. Para empezar van 30.000 personas, lo que no tenía ni idea de que fuera tanta gente. Otras recomendaciones que hacían en casi todos los blogs era no ir con chanclas por la cantidad de botellas que terminan en la arena de la playa, no llevar el pasaporte por los robos, que hay muchos. Además, no aceptar nunca drogas de nadie, pues muchos son policías que después te detienen o te piden un cohecho astronómico. Las penas en Tailandia por consumo de drogas son altísimas. La mayoría también recomiendan no ir en moto debido a la cantidad de accidentes que puede haber ayudado por la dificultad del camino que lleva hasta la playa.

Hacia las 18h salí a dar una vuelta e ir a la playa a ver la puesta de sol, pues parecía que ese día se podría ver completamente, ya que a una hora de la puesta el sol se veía completamente incluso y que había nubes delgadas como siempre, no parecía que tuvieran que tapar el sol durante la hora que quedaba. Mira que a mí ir a la playa no me dice nada, pero es que aquí no era como ir a la playa. Entre palmeras y con sol poniéndose en el horizonte éste era el mejor lugar donde podía estar.

Pero como cada día, sobre las 18:30h las nubes delgadas que parecía que no tenían que tapar el sol, finalmente lo taparon, por lo que un día más, el último tramo de la puesta quedó tapada. Empezaba a creer que, al menos en esta época, cada día era así, porque por mucho sol que hiciera durante el día, por la tarde siempre aparecían las nubes delgadas que acababan tapándolo todo.

En cualquier caso estuve paseando por la playa hasta las 20h. No era el único, pues otras personas, entre otras mi vecina, estaban por ahí también como yo, primero mirando la puesta y después paseando junto al agua tranquila y aprovechando que la temperatura a esa hora es muy agradable.

Luego volví a la habitación a mirar un rato mas blogs sobre la Full Moon Party. En un momento determinado, yo estaba con la música un poco alta, y de repente escuché que picaban en mi puerta-ventana. Pensaba que alguien se venía a quejar por la música, pero cuando abrí era la vecina de la habitación 4 que me pedía ayuda porque no podía abrir la puerta. Lo cierto es que tenía su truquillo. Había que hacer fuerza para juntar más las puertas y después girar la llave. Yo ya lo sabía porque a la mía también pasaba, por lo que enseguida pude abrirle. Menos mal que no se venía a quejar de nada.

Hacia las 23h cené la comida preparada comprada en el 7-eleven, que por cierto, tenía que empezar a pensar en comprar otras cosas y cenar también fuera porque ya llevaba demasiados días comiendo pasta deshidratada. El tema era que en aquella habitación se comía tan bien desde el balcón mirando el mar y la luna que costaba ir a buscar un restaurante.

Y finalmente, a las 12 de la noche a dormir, que al día siguiente ya llegaba el día de la Full Moon Party, el motivo principal de estar en esa isla.

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