Me desperté sobre las 6 de la mañana y por suerte había podido dormir bastante bien teniendo en cuenta que el chino mal educado que dormía en la habitación volvía a estar en su cama durmiendo, señal de que había vuelto de madrugada pero que había tenido cuidado de no despertarnos. El señor de abajo también pero éste ya tenía claro que no molestaría a nadie. Con el chino no lo tenía claro y parecía que todavía no se había adaptado ni se adaptaría. El señor ya se levantaba otra vez, no sé, pero apenas dormía. Llegaba el último y se marchaba el primero.

Tenía que hacer tiempo hasta las 7 ya que era cuando abrían la cocina, por lo que decidí ir al 7-elevan a comprar el almuerzo ya que por los planes que tenía hoy seguramente no pasaría de camino o no me daría tiempo de ir más tarde. Ya que están abiertos las 24 horas pues no importa cuándo te decidas a ir.

Este día tocaba visita al Kualoa Ranch en un tour que ya había reservado antes de empezar el viaje. Este rancho, que queda en el norte de la misma isla, es donde se han grabado un montón de películas y series, que yo sepa al menos 20 o 25, entre ellas las de Jurassic Park y Lost. Me hacía mucha gracia poder ver en vivo aquellos parques y montañas que tantas veces había visto por TV y más sabiendo que es un lugar tan buscado como escenario de Hollywood.

El tour empezaba a las 13:15h pero como siempre recomendaban ir una hora antes. Además, debería coger dos buses para recorrer los 40 kilómetros que hay desde el hostel en el rancho, pues éste queda en la costa norte de Oahu. Y el hecho de tener que coger dos buses hace que tengas que salir mucho antes, pues los buses pasan cada 30 minutos ya veces van con retraso. Así que tenía previsto salir entre las 10:30 y las 11 de la mañana.

Y como cada mañana y después de comprar unos sandwiches de jamón y queso bien completos para comer al 7-elevan y por menos de 3€, fui a la cocina del hostel a prepararme el café de cada mañana para después tomarme ‘le tranquilamente sentado en el patio disfrutando de la suave brisa matinal hawaiana y aprovechando para leer correos, noticias y escribir este diario hasta las 8h que me duché.

Después de ducharme y prepararme me tomé otro café mientras seguía con el diario ya que el día 7 había sido un día muy largo y el post pues también, claro. Y sobre las 10:30h ya fui hacia la parada del primer bus de los dos que tenía que coger y que estaba un poco antes de llegar al 7-elevan, por lo que la tenía a 5 minutos andando.

A esa primera parada ya fui teniendo en cuenta a qué hora pasaría el bus, pues Google Maps lo indicaba y además también si el bus iba con retraso. Por lo que en menos de 5 minutos de estar allí esperando ya llegó. Compré un 1Day Pass que valen $5,50 y permiten viajes ilimitados durante todo el día. Es el mismo precio que 2 trayectos que ya son los que debía realizar sólo para llegar al rancho. Luego obviamente tenía que volver y seguramente durante el resto del día tomar algún mes, por lo que hoy era evidente que me salía a cuenta.

En el primer bus estuve poco más de 30 minutos y me dejó todavía dentro de Honolulu. Casi junto a la parada donde bajé ya tenía que tomar el segundo y último bus, el número 60, que según Google Maps iba retrasado y tardaría 30 minutos en llegar. Así que me senté y aunque pensaba esperar mas, ya empecé a comerme uno de los dos sándwiches.

Pero el bus llegó en unos 15 minutos a lo sumo, de hecho ni siquiera parecía ir atrasado. Apenas eran las 11 de la mañana cuando ya subía al segundo bus que me llevaría directamente a la puerta del rancho, pues una de las paradas era justamente frente a la puerta del Kualoa Ranch.

Este autobús ya saldría de Honolulu e iría por autopista un buen tramo y sin paradas hasta llegar a un pueblo al norte de la isla. Mientras íbamos por la autopista pasamos por un punto donde había habido un accidente de tráfico por lo que llevábamos un rato de caravana tal y como había leído en Wikitravel, pues el problema principal del tráfico en Hawái era justamente éste, que no hay otras carreteras o autopistas alternativas por donde poder desviar los coches y que por tanto los atascos por accidentes podían ser monumentales. La primera vez que salgo de Honolulu y ya me encuentro uno.

Al cabo de unos 30 minutos más llegamos a zonas urbanas por lo que empezaron las paradas. Eso sí, el paisaje era único y maravilloso, Hawái en estado puro. El bus fue prácticamente todo el camino por una carretera que transcurría a un metro de la playa permitiendo admirar la costa en todo momento. Además era la zona noreste de la isla, la que dicen es la zona con las mejores playas, algo que no me extraña, pues se hacía difícil dejar de mirar por la ventana.

Hacia las 11:45h llegábamos al fin a la parada del rancho, pues tiene una parada de bus. El rancho está junto a la playa, de hecho está justo en la carretera por la que íbamos, y al lado tiene un parque de césped, palmeras y playa de arena blanca y aguas turquesas donde algunas familias y plantaban la tienda. Simplemente un paraíso. Supongo que por estar tan alejadas de Honolulu, aquellas playas parecían vírgenes con muy poca gente y mucha vegetación, señal de estar poco pisada por humanos.

Ya incluso antes de bajar del bus podía apreciarse perfectamente la famosa montaña que aparece en tantas películas de Hollywood. Poder ver delante de ti lo que tantas veces has visto por la TV es realmente interesante e incluso emocionante.

Nada más bajar del bus fui a la playa, pues quedaba literalmente a medio metro de la carretera, y allí mismo mirando esa playa y ese mar transparente me terminé los sándwiches que llevaba. No podría habérmelos comido en un mejor sitio, sentado en una playa paradisíaca de Hawái casi solo y contemplando el mar Pacífico.

Hacia las 12 del mediodía entré en el rancho a hacer el checkin. Ya la entrada es enorme y para llegar hasta las taquillas tardes casi 10 minutos, preludio de lo grande que es eso. Ya había bastante gente en la cola por lo que estuve casi 10 minutos. Al llegar fue muy rápido, pues ya lo tenía reservado y pagado por lo que sólo tuve que enseñar el pasaporte, me dieron una tarjeta y me indicaron dónde estar a las 13h para empezar el tour.

Apenas eran las 12:10h por lo que aproveché para ir al parque junto al rancho. Al final fue bien llegar tan pronto ya que así tuve tiempo para ver y pasear por ese pase de parque.

El Parque es muy grande, todo de césped, con palmeras y junto junto a una playa de unos 2 metros de ancho y la montaña detrás a unos 100 metros, haciendo que todo sea un paisaje prácticamente único.

Lo recorrí casi todo de arriba abajo disfrutando de la tranquilidad, pues extrañamente había poca gente. A pocos metros de la playa había una pequeña isla curiosa que ya era la guindilla. En ciertos momentos me parecía mentira que fuera en ese rincón tan famoso de Hawái. Estuve casi una hora allá paseando y se me hizo corto.

Hacia las 12:50h volví hacia el rancho que estaba ahí al lado. Entré y fui hasta el punto donde me dijo la chica de la taquilla y donde ya estaba, como no, japoneses esperando.

Al cabo de 15 minutos fuimos pasando para comprobar que estábamos en la lista, nos hicieron una foto a cada uno delante de los buses y nos repartieron en 4 diferentes. Los buses eran muy auténticos, como los típicos escolares, pero muy viejos y sin cristales.

De conductora y guía nos tocó una chica, la típica hawaiana, lo que lo hacía todo aún más auténtico ya que en al menos uno de los buses el guía era un chico delgado y rubio que parecía de Nueva York más que de Hawái. Además, como ya esperaba, la chica era todo un espectáculo. Ya subió gritando y animando el ambiente.

Debíamos ir todos en bus porque el rancho es tan grande que caminando habríamos tardado una hora sólo en llegar al lugar donde se grababan la mayor parte de películas. Primero hicimos una parada en un antiguo bunker de la segunda Guerra Mundial construido lógicamente por los americanos y que dentro todavía conservaba algunos de los instrumentos utilizados entonces, como alguna máquina de comunicaciones o literas médicas.

Realmente el bunker es bastante impactante por lo largo y ancho que es aunque evidentemente no dejaba de ser bastante claustrofóbico. No estaba hecho bajo tierra sino como túnel en una de las tantas montañas que tiene el rancho. Además en la entrada había una de las camionetas utilizadas en la película de Jurassic Park. Desde allí mismo, quedábamos unos 20 o 30 metros elevados y muy cerca del mar por lo que en ese momento y frente al búnker teníamos probablemente una de las mejores vistas de la zona. Tal y como dijo la guía, aquél era su lugar preferido y por eso le gustaba tanto su trabajo. Cuánta razón…

Desde ahí volvimos a subir al bus y ya nos dirigimos hacia los escenarios de cine al aire libre, pues el bunker se había utilizado también en muchas películas. Y puesto que acabábamos de ver a un bunker real de la II Guerra Mundial, no podía faltar el patriotismo americano en aquel bus lleno de americanos, de hecho creo que todos lo eran excepto yo. La guía primero preguntó si alguien era militar o familiar de militar, a lo que al menos 10 personas de las 25 o 30 que estábamos en el bus levantaron la mano, para después dar las gracias a quienes defendieron EE.UU. durante la guerra, a lo que todo el bus contestó con fuertes aplausos a los que me uní por no ser el raro del grupo.

De camino vimos una zona de cría de cerdos y una plantación de plátanos, aunque supongo que aquello no es lo que da más beneficios al rancho sino que serán los tours, pues casi todo el rancho está sin utilizar ni para cultivar ni por rebaño supongo que justamente para poder apreciar los escenarios de las películas y así poder hacer los tours que es lo que realmente les dará dinero.

Independientemente de los escenarios de cine, huertos o animales, el lugar era simplemente excepcional. Recorrer aquellos parajes de vegetación exuberante mientras al otro lado ves una de las playas más conocidas de Hawái por sus surfistas y arena blanca, es ya una experiencia inolvidable en sí misma. En esta parte de la isla sólo se veía naturaleza en estado puro.

En un punto determinado, después de una pequeña curva, tuve uno de esos momentos de impacto, pues de repente vi ante mí la famosa explanada donde los dinosaurios perseguían a los niños y al protagonista de Jurassic Park I. Fue un momento que realmente te deja sin respiración durante 3 segundos de lo «oooohhhh» que haces. Más adelante la guía nos iba avisando de los diferentes escenarios y en qué películas aparecían, pero aquel primero y quizás el más famoso, nos vino de repente sin previo aviso. Por fin estaba allí. Fue magnífico y un momento más grabado en la memoria.

Además, todos los escenarios los mantenían tal cual, incluso el tronco donde se esconden. De hecho, allí hay un cartel de Jurassic Park y es el lugar típico para hacerse la foto y donde uno por uno la guía nos la hizo. Estuvimos un rato hasta que todo el mundo se había hecho la foto pero fue bien para andar un rato por allí y disfrutar mejor de todo, pues buena parte del tour se hacía dentro del bus.

Allí al lado había un escenario de Lost, concretamente el del campamento de los «Otros». Se veía claro que era aquel escenario aunque el impacto no era tan fuerte ya que no existían las casitas, pero se veía perfectamente la zona y el inicio de lo que decían que era la selva, que evidentemente no era ninguna selva sino una pequeña zona de menos de una hectárea con árboles y plantas.

A partir de ahí volvimos a subir al bus y recorrimos un camino donde a cada 10 metros había algún escenario típico de alguna película. De hecho, había un montón de carteles seguidos con la imagen que justo detrás se veía en real. Había de Jumanjy, Kong, Windtalkers y otras muchas, yo conté unas 20. De hecho no tenía ni idea de que allí se habían grabado tantas películas.

Al terminar todo el recorrido fuimos hasta una zona donde había jabalíes, incluso de muy pequeños y que algunos sólo ver el bus ya se acercaron, pues la guía para que vinieran les echaba comida, cosa que ya lo sabían y sólo ver el bus algunos ya venían corriendo monte abajo. Había un montón y hacían bastante gracia.

Y finalmente terminamos de dar la vuelta al rancho con el bus hasta finalizar el tour que duró 1 hora y medio, lo justo para no hacerse pesado pero para dar tiempo a ver bien todos los escenarios de las películas que era lo importante. En mas la guía animó mucho todo el rato por lo que aparte de interesante fue realmente divertido.

A las 14:40h bajábamos del bus y según podía ver en Google Maps que el bus 60 que tenía que coger pasaba por ahí a las 14:52h, por lo que primero corrí en el lavabo a lavarme un poco todo el polvo que habíamos tragado durante el tour debido a la falta de ventanas en el bus, y después corriendo hacia la parada que estaba delante del rancho. Tenía la intención de ir a Pearl Harbor, lo que ya había mirado cómo ir desde el hostel pero no desde el rancho, pero por suerte, al menos en esa zona del rancho, había WIFI gratuito por lo que pude conectarme un momento y buscar cómo ir desde allí hasta Pearl Harbor en autobús. Y suerte tuve que haberlo mirado y tener la ruta guardada en Google Maps porque finalmente la cosa no fue como me esperaba.

Allí en el rancho tenía que coger el mismo bus que me había llevado y que de hecho era lo único que pasaba por aquella carretera, el bus 60, que pasó más o menos a la hora que decía Google Maps . Durante el primer tramo, que era por zona urbana, fue tal y como se indicaba, haciendo exactamente el mismo recorrido y paradas. Pero cuando tenía que tomar la autopista para ir a Honolulu, fue por otra. Y como decía antes, suerte que pude buscar y guardar mi ruta en Google Maps porque gracias a esto supe que iba por otro camino y reaccionar a tiempo.

Por cierto, que mientras estaba esperando en la parada, pasó en coche a una de las familias que iba al mismo grupo que yo durante el tour. Al verme frenaron para decirme que subiera al coche, todo ello al estilo americano. En ese momento dije que no ya que estaba esperando el bus, pues creo que en un primer momento ni siquiera se fijaron que estaba en la parada, aunque después me arrepentiría de haber declinado la oferta.

En principio, con el bus 60, tenía que llegar a las afueras de Honolulu y allí realizar un transbordo yendo todo el rato por la misma autopista que en la ida. Pero fue por otra aunque parecía que también acabaría llegando al mismo lugar donde debía realizar el transbordo, por lo que simplemente fui siguiendo el GPS para cuando estuviera casi en el lugar del transbordo bajar.

Pero no, se pasó el punto y parecía ir hacia el centro de Honolulu, alejándose por tanto de Pearl Harbor y del lugar donde debía realizar el supuesto transbordo. La primera parada que hizo después de dejar la autopista ya estaba demasiado lejos de Pearl Harbor como para ir andando, así que durante unos segundos no supe qué hacer. Veía cómo perdía la opción de ir a Pearl Harbor pero además desde aquí ya tampoco sabía cómo volver al hostel, pues estaba en un punto totalmente inesperado y no tenía internet. A menos que me conectara a alguna red abierta no podría buscar la ruta desde dónde estaba ahora.

Así que cuando vi que el bus giraba una calle y bajaba mucha gente, yo también bajé, pues la señal GPS se iba perdiendo y ahora al menos estaba dentro de Honolulu, desde donde tarde o temprano podría encontrar un autobús que me llevara hacia la zona del hostel. Sin embargo ya daba casi por perdida la posibilidad de ir a Pearl Harbor, pues iba pasando el tiempo y yo estaba completamente perdido. Al menos tenía el billete de trayectos de bus ilimitados durante todo ese día, por lo que al menos no tenía que preocuparme de coger tantos buses como hiciera falta.

Just bajar del bus miré si había alguna red abierta y nada. Así que para no perder más tiempo empecé a andar en dirección al hostel aunque estaba a más de una hora andando, así que estaba un poco desesperado porque se me hacía todo muy largo y mas sin haber podido ir a Pearl Harbor .

Pero entonces, mientras caminaba resignado mirando todos los buses que pasaban, vi que venía el bus A, y éste era el bus que había cogido el primer día para ir hasta el hostel. Así que aproveché que estaba parado por el tráfico y un semáforo y que además tenía el intermitente puesto para girar a la izquierda, para correr hacia la calle por la que giraría y por suerte, a pocos metros, había una parada donde fui corriendo antes de que llegara el bus, y… ¡Bingo! Era la parada del bus A. Y ya llegaba. Como tenía el billete por todo el día subí sin pagar mas y hacia el hostel. Con todo ello eran casi las 16:30h. En algún momento el GPS funcionaba por lo que pude confirmar que iba en la dirección correcta.

Al cabo de unos 15 minutos llegábamos al fin a zona conocida por mí y donde ya no necesitaba mirar el GPS. Bajé una parada antes de la que me tocaría para ir a la zona de restaurantes y un 7-elevan que es donde fui a comprar la cena. Por cierto, que nada más entrar, vi a un tío robando, poniéndose algo que no vi que estaba dentro del pantalón. Él vio que le veía y me siguió con la mirada hasta que entendió que no tenía ninguna intención de decir nada, pues a mí que roben a un 7-elevan me da igual.

Compre un plato preparado para cenar y fui directamente al hostel. Cuando llegué ya no tenía demasiadas ganas de ir a ninguna parte, pues estaba cansado y todavía estaba dando gracias a haber podido llegar bien. No había ido a Pearl Harbor como tenía previsto pero ahora ya era demasiado tarde para ir ese mismo día.

En el hostel me tomé un café mientras pensaba el planning para el día siguiente, que seguramente iría a la Manoa Falls, una cascada a la que se llegó después de una caminata de un kilómetro por medio de la selva.

Después estuve charlando un rato con el uno de los propietarios del hostel que ya conocía y que me explicó cómo era Pearl Harbor, pues le dije que quisiera haber ido pero que me había quedado sin tiempo para haberme en el bus.

Me explicó que las partes más interesantes costaban unos $50 entre todas y que estaba el museo que era gratuito. Además al lugar se tenía que llegar en ferry pues era otra isla. En definitiva, todo lo que me contó no me acabó de convencer, por lo que en ese momento ya casi que tenía decidido que al día siguiente iría a Manoa Falls caminando desde el hostel, que eran unos 5 kilómetros, uno de los cuales haciendo trekking por la selva. Esto me hacía más gracia que ir a ver museos.

Hacia las 20:30h me preparé la cena que había comprado en el 7-eleven, que era un bote nuddles con sabor a pollo y un plato preparado de cerdo adobado con arroz frito y tortilla, todo ello por sólo $5 ( 4,20€), baratísimo teniendo en cuenta la zona, y como ya era habitual me lo comí todo en el patio del hostel donde no podía estar mejor gracias al aire que corría.

Aquel día llegaron dos chicos nuevos que parecían muy acostumbrados a dormir en hosteles, pues ni se les notaba cuando estaban allí. Luego llegó un negro que ya me pareció más estanque, para empezar me dio la mano cosa que nunca hace nadie cuando llega a la habitación, pues se intenta ser lo más discreto posible. De hecho más tarde ya no estaba, supongo que estaba buscando alojamiento y encontró algo mejor y se marchó sin llegar a pasar ni una sola noche. Uno de los dos chicos nuevos parecía francés y realmente amable, de esos discretos pero siempre con una sonrisa cuando ocurría. De hecho éste es uno de los atractivos del hostel, la posibilidad de conocer gente e historias curiosas e incluso inspiradoras.

Y hacia las 21h después de cenar fui a la cama a mirar a Netflix hasta las 22h que ya tuve suficiente sueño como para ir a dormir. Y una noche más pude dormir de un tirón sin que nadie me molestara o despertara.

Finalmente no había podido hacer todo lo que tenía previsto hacer ese día pero casi que así lo prefería, pues no había ido a Pearl Harbor pero seguramente no me hubiera gustado tanto como pensaba, y por el contrario había hecho toda una excursión en bus por media isla que me había obligado a llegar al hostel después de perderme por Honolulu y mientras el GPS fallaba, cosas que una vez se solucionan agradeces que hayan pasado, pues son estas las cosas que te hacen espabilarte y buscar soluciones rápidas.