Este fue mi primer viaje de más de un mes y completamente solo desde el primer día hasta el último. Ya hacía tiempo que quería hacer un viaje solo y de hecho alguna vez ya lo había intentado, aunque en esas ocasiones siempre se acababa uniendo algun amigo. Esta vez el viaje era más largo y en unas fechas menos habituales por lo que, ahora si, el viaje lo haría completamente solo.

Viajar solo es algo que no todo el mundo disfrutaría. De hecho, diría que cada uno puede saber si necesita hacer un viaje de este tipo o no. En mi caso era algo que me llamaba cada vez mas desde hacía años. Nunca había viajado solo pero en mi interior algo me empujaba a hacerlo, que yo recuerde, por lo menos desde hacía 10 años. Lo que está claro, es que un viaje así és una de las mejores cosas que cualquiera puede hacer, le llame o no le llame. Considero que un viaje de por lo menos dos meses y solo, es algo que todo el mundo debería hacer al menos una vez en la vida. Con solo dos meses de viaje evolucionarás lo mismo que en dos años en tu casa de siempre.

Así que, una vez decidido, tocaba empezar a organizarlo todo, desde el destino a las fechas. Como siempre recomiendo, es básico ser flexible en cuanto a fechas y destino para que un viaje de este tipo pueda salir lo mas económico posible. Por el hecho de ser un viaje de dos meses y transoceánico se debe intentar ahorrar desde el primer momento, y eso pasa por los vuelos y por el cambio de divisa.

Este viaje tuvo varios contratiempos en relación a las fechas. En un primer momento planeé ir en Mayo de 2016 y durante un mes aproximadamente. Por motivos ajenos al viaje no se pudo hacer en esa fecha y se pensó en ir en Agosto, en plena temporada alta. Debido al incremento de precios en esas fechas pensé en reducir el tiempo de viaje a dos semanas. Pero en el momento de empezar a hacer las reservas, me di cuenta que tenía el pasaporte caducado. En ese momento ya pensé que este viaje estaba gafado, pero nada mas lejos de la realidad, todo ello sirvió para que finalmente el viaje se hiciera por un tiempo de dos meses y por mucho menos dinero que si hubiera ido en Agosto solo dos semanas. La clave estubo en la flexibilidad de fechas y que durante esos meses (desde Mayo de 2016 hasta Octubre de 2016) el peso mexicano se devaluó aun mas de lo que ya se había devaluado en el último año.

Así que, gracias a algunos contratiempos, por fin hice ese viaje que tantas ganas tenia de hacer.

Debido a que desde Mayo ya estaba planeando el viaje y finalmente se hiciera en Octubre, me permitió reservar los vuelos con casi 3 meses de antelación, algo que también supuso un ahorro muy importante. Por lo tanto siempre debemos tener en cuenta estos factores: ir de viaje en temporada baja, reservar los vuelos entre 2 y 5 meses antes de la salida e ir a países cuya moneda esté mas devaluada de lo habitual. Teniendo en cuenta estos 3 factores, mi viaje de dos meses a México salió un 25% mas barato que el mismo viaje de solo dos semanas en agosto. Mucho mas tiempo por mucho menos dinero.

Debido a que finalmente decidí que el viaje fuera de dos meses, pensé en hacer una escala en EUA o alguna isla del Caribe, pues tenía tiempo suficiente para visitar otro país. El primer país que consideré fue Guatemala, pues hace frontera con México. La sorpresa fue ver que ir a México haciendo escala en Guatemala era mas barato que un vuelo directo de España a México. Informándome en Internet, efectivamente los trayectos haciendo escalas salen mas baratos que con vuelos directos. Esto es debido a que las aerolíneas le dan más valor a un vuelo directo pues resulta mas cómodo para el viajero por lo que sale mas caro que haciendo el mismo trayecto con escalas. En mi caso la diferencia fue de 200€, una cantidad que suponía un 30% de ahorro respecto a un vuelo directo y que además me permitió pasar unos días en Miami, que fue la escala que finalmente decidí hacer.

Finalmente pasaría 4 días en Miami, luego casi una semana en Ciudad de México, después unos 4 días en Oaxaca y casi 4 semanas en Tuxtepec, Oaxaca, para luego volver 4 días más a Miami. Los vuelos los reservé por separado siendo un trayecto de ida y vuelta de Barcelona a Miami y otro también de ida y vuelta de Miami a Ciudad de México. En ese año aún no habían compañías low-cost que hicieran vuelos transoceánicos, pero aún así todos los vuelos me salieron por 650€. Las aerolíneas eran TAP Portugal y American Airlines por ser las que ofrecían los vuelos más económicos en esos trayectos.

En cuanto al alojamiento, quedaba claro que en Miami sería mas caro que en México. Hasta entonces no había estado en hostels o habitaciones compartidas pero serían opciones a considerar por lo menos en Miami. Mirando precios vi un apartamento entero con dos habitaciones por 40€ la noche en el barrio Little Havanna de Miami. Preferia un apartamento a un hotel para poder cocinar con total libertad y así ahorrar un poco en comida. Teniendo en cuenta lo barato que me saldría el alojamiento en México, consideré que 40€ durante 3 noches era aceptable, por lo que me decidí por el apartamento de Little Havanna. Di con ese apartamento porqué filtré los resultados por los idiomas que hablaba el anfitrión, en este caso español. Y la verdad que al ver que se encontraba en el barrio cubano de Miami aún me interesó más. Ya no solo por la facilidad en la comunicación sinó por poder vivir unos días rodeado de cubanos exiliados.

En Ciudad de México lo más importante para mi era la ubicación, pues sobretodo quería poder visitar el Zócalo y no quería tener que recorrer grandes distancias para llegar. Además me preocupaba un poco la seguridad sobretodo en el trayecto del aeropuerto al hotel con todo el equipaje, por lo que también debería estar bien comunicado con el aeropuerto.

Filtrando los primeros resultados por precio ya encontré un hotel bastante barato, unos 10€ por noche, y muy bien ubicado a tan solo 5 minutos andando del Zócalo, lugar donde se concentran varios edificios oficiales y donde hay más seguridad que en cualquier otro lugar de la ciudad. En ese momento no lo busqué, pero llegar a ese hotel desde el aeropuerto era sumamente fácil y barato, pues solo cogiendo 2 buses de línea ya llegabas justo a la puerta del hotel. En ese momento tan solo me preocupé de ver los precios de los llamados taxis seguros, pues casi todas las recomendaciones que leía hablaban de coger uno de esos taxis directamente en el aeropuerto. Vi que el precio podria estar alrededor de los 10€ por lo que ya no me preocupé de buscar alternativas mas económicas. En cualquier caso la vuelta al aeropuerto desde el hotel si que la haría en bus. Así pues, reservé 3 noches en el Hotel Florida de Ciudad de México.

En cuanto al alojamiento en Oaxaca, en general era algo más barato que en Ciudad de México. Debido a que en Tuxtepec vi que alquilar un pequeño apartamento salía por unos 3000 pesos, menos de 150€ para todo un mes, pensé en no mirar tanto el precio y pasar esos días en una buena casa en un buen barrio de Oaxaca. En general todo estaba saliendo mas barato de lo que pensaba por lo que podía tomarme algun capricho.

Esto lo pensé cuando vi que por unos 35€ la noche podía dormir en una casa unifamiliar con patio propio a todo su alrededor y en uno de los barrios más exclusivos de la ciudad. Mi intención no era dormir en los mejores lugares o en los mas caros, pero teniendo en cuenta que salía incluso más barato que el apartamento de Miami, decidí que durante esos días no solo disfrutaría de la ciudad de Oaxaca sinó también del alojamiento. Además, yo sería el primer inquilino de esa propiedad por lo que además recibí un trato algo especial.

En cuanto al alojamiento en Tuxtepec, al estar allí un mes, pensé en alquilar un pequeño apartamento destinado a alquiler no vacacional. Solo seria un mes pero ya sería tiempo suficiente como para poder alquilar un apartamento no destinado a turistas. Reservar un alojamiento así és mas complicado y difícil de encontrar pero al final mucho más barato, pues pagas por meses y no por noches.

Tras buscar en Facebook, Mercadolibre y otras páginas similares, encontré 2 o 3 pequeños apartamentos que no pasaban de los 200€ mensuales. Ya tenían Internet, nevera y todo lo básico para poder pasar allí un mes sin tener que comprar demasiadas cosas más. Finalmente me decidí por un apartamento de una habitación por 3500 pesos al mes, unos 160€. El apartamento era nuevo y estaba a pie de calle. Además, aunque por el precio pueda parecer lo contrario, eran unos buenos apartamentos por lo que acabaría teniendo de vecinos desde policías federales a ingenieros.

Por último tenia que decidir como desplazarme dentro de México. Entre las 3 ciudades en las que estaría, me podría haber desplazado en avión, aunque esta no era la forma más idónea tanto por precio como por tiempo, pues con la compañía de autobuses ADO los trayectos eran más económicos y el tiempo final no era mucho más que en avión, pues un trayecto en avión implica perder muchos horas en esperas y desplazamientos hasta y desde el aeropuerto, cosa que con el bus no pasa. Eran trayectos relativamente cortos por lo que hacerlos en avión no tenía mucho sentido. En ese momento aún no lo sabía, pero ADO resultó ser mucho mejor compañía de lo que me esperaba, haciendo que los trayectos fueran realmente agradables.

Por ejemplo, un vuelo desde Ciudad de México a Oaxaca con Aeromexico salía por unos 50€ siendo el trayecto de casi dos horas, a las que habría que sumarle las horas previas, más el tiempo de desplazamiento hasta el aeropuerto. Con ADO el precio no llegaba a los 20€ siendo el trayecto de unas 8 horas. Al final el bus es más cómodo, fácil de coger y te deja en el centro de la ciudad de destino, no a las afueras.

Con esto ya tenía lo básico y ya solo quedaba buscar lugares de interés para visitar en cada una de las ciudades a las que iría. Debido a que este era mi primer viaje largo y que muchas aplicaciones que hoy usamos a diario aún estaban en ciertos aspectos algo limitadas, este punto no fue el mejor planeado y desde luego, mucho menos preparado que en viajes posteriores. De hecho, cuando hoy pienso como fui capaz de moverme por Miami y México sin GPS aún me sorprendo a mi mismo. También hay que tener en cuenta que este era mi primer viaje de este tipo y por lo tanto la experiencia en organizar un viaje así era casi nula. Aun así todo salió bastante bien dadas las circunstancias.

En este punto deberías haber descargado mapas, guías de viaje, páginas de Wikipedia con información de cada lugar, etc. En general tener más aplicaciones y mas contenido descargado para poder consultar sin Internet, que es uno de los problemas que se acostumbran a tener cuando se llega a un nuevo país.

Finalmente, aunque esto hay que hacerlo lo primero, busqué información sobre los requisitos en cuanto a visados para entrar a EUA. Y digo que esto hay que hacerlo lo primero porqué nadie te asegura que te vayan a conceder el visado para poder entrar a EUA o a cualquier otro que lo requiera según tu procedencia. En mi caso, solo necesitaba el llamado ESTA para entrar a EUA. El ESTA es como un visado pero que se puede solicitar por Internet y que es de aprobación automática a menos que tu caso sea especial. Todo el mundo recomienda hacer esto lo primero pero lo cierto es que entre toda la información que debes aportar, que es mucha, debes indicar el vuelo y la dirección de tu alojamiento, cosa que no puedes saber hasta tenerlo ya todo reservado. En cualquier caso, yo lo rellene todo, pagué los $14 por el trámite y automáticamente mi solicitud quedó aprobada y ya podía entrar a EUA durante los dos años siguientes.

En este punto ya tenía todo lo esencial organizado y ya podia viajar sin preocuparme por donde dormir o como desplazarme. Aunque ya sabía que me tocaría llegar a los apartamentos a base de indicaciones de los anfitriones, carteles por la calle y la ayuda de los locales, así era como se había hecho hasta entonces por lo que ni siquiera pensaba en lo difícil que resultaría o si me acabaría perdiendo por Miami ya el primer dia. Eso si, miré como ir en transporte público a todos los apartamentos u hoteles reservados y anoté todo lo necesario para cuando llegara el momento.

Solo dejé por reservar el hotel o apartamento para la segunda visita que haría en Miami ya en los últimos 4 días de viaje y cuando ya casi sería Navidad, por lo que tendría la oportunidad de ver Miami bien iluminada i navideña aunque allí la temperatura fuera de más de 30ºC. Aún quedaban más de 2 meses para ese momento y tendría tiempo de sobra de mirarlo durante mi estancia en Tuxtepec.

En cuanto a equipaje, intenté llevar solo una maleta de cabina para no tener que facturar pero por ser el primer viaje de este tipo, me resultó imposible de conseguir. Al final, además de la maleta de cabina, también llevé una mochila, haciendo que ambos bultos ya superasen el peso y las medidas máximas permitidas en cabina. De todos modos en el precio de los vuelos ya se incluía una maleta facturada, por lo que este no era el problema. El problema para mi era ser consciente de como tratan las maletas los trabajadores en los aeropuertos, al menos algunos, y como muchas maletas acaban llegando a su destino., si es que llegan. Por todo ello siempre prefiero no facturar aunque en este caso tocaría hacerlo.

Pero no solo no conseguí llevar todo el equipaje en una sola maleta, sinó que además no llevé cosas que en viajes posteriores me han resultado imprescindibles, como un calentador eléctrico, o llevé cosas que no debería haber llevado, como más jerseis de los necesarios teniendo en cuenta que iba dos meses a zonas muy cálidas. En cada viaje, estas cosas se hacen un poquito mejor.