Me desperté a las 6:45h empezando así el día en el que tendría probablemente el trayecto más largo del viaje, pues la próxima cama donde acabaría durmiendo sería en Tuxtepec, México, donde llegaría a las 23h del día siguiente, por lo que todavía me quedaban unas 40 horas para llegar desde Honolulu donde estaba ahora. El trayecto constaría de dos vuelos con escalera a Los Ángeles y un bus desde Ciudad de México a Tuxtepec en un trayecto de unas 8 horas. El vuelo salía a las 15:00h por lo que quería salir del hostel entre las 10:30 y las 11 de la mañana.

El vuelo ya lo tenía reservado desde casi 6 meses antes del inicio del viaje con una agencia griega y por 316€.

Cuando me levanté vi que había otro chico en la habitación. Había hecho el checkin la noche anterior cuando ya estábamos todos durmiendo y, al menos yo, ni me había enterado. Esto es tener respeto por los demás.

Me duché y fui a tomar el primero de los dos cafés que me tomaría antes de irme mientras miraba correos y escribía el periódico. A las 8:30h fui a terminar de guardarlo todo en la maleta y poner el móvil a cargar. A las 9:30h otro café mientras acababa de mirar todos los correos y algunos tipos de cambio que me interesaban por si podía cambiar en algún sitio los ringgits malayos que me quedaban. Miraba tanto los tipos de cambio frente al dólar y el peso mexicano. Y a las 10:30h último repaso a la habitación para no dejarme nada, me despedí del chico francés que había llegado el día anterior y que era el único en la habitación y ya fui a hacerlo checkout. A diferencia del checkin cuando me hicieron un montón de preguntas y explicaciones, ahora todo fue mucho más rápido. Simplemente tenía que llevar las sábanas y la toalla a la recepción y ya podía irse.

Así pues hacia las 10:30h me despedía de los conocidos del hostel e iniciaba el trayecto de unas 36 horas hasta Tuxtepec, haciendo paradas en Los Ángeles y en Ciudad de México.

Hasta el aeropuerto de Honolulu iría con el bus público, que debería tomar dos. SI todo iba bien en poco más de una hora podría llegar. Primero tenía que coger el número 6 que pasaba por la calle de debajo del hostel al que llegaría en 3 minutos andando por lo que me iba perfecto. Ya salí teniendo en cuenta el horario que decía Google Maps y que efectivamente se cumplió bien, pues en principio pasaba a las 10:30h y pasó a las 10:33h.

Compré un paso por un día ya que tenían el mismo precio que los dos buses que debería coger, y así no debería pagar mas si me equivocaba o tenía que coger un tercer bus por el motivo que fuera. Además aproveché para pagar con toda la morralla que tenía, que era mucha, y ya me quedé sólo con $3,25, por lo que me tuve suficiente con los $74 en efectivo que traía de casa, pues en Hawái no voy cambiar nada ni saqué efectivo de ningún cajero. Toda una proeza alargar los $74 durante 4 días en Hawái.

Al cabo de unos 30 minutos de ir en el bus número 6 llegamos a la parada donde tenía que bajar y caminar unos metros hasta la otra parada donde cogería el bus 20 y que ya me dejaría en el aeropuerto. En esa parada me pareció que un anciano que estaba allí sentado se estaba fumando un puerro, y eso que en las paradas está prohibido fumar, cualquier cosa está claro… Además se estaba bebiendo una cerveza y me extraña que en EEUU se pueda ver cerveza por la calle.

El 20 tardó unos 20 minutos en llegar, por lo que eran las 11:20h cuando subía. Además iba completamente lleno así que me tocó estar buena parte del trayecto de pie y enlatado como una anchoa. Al menos ya veía a gente con maletas señal de que íbamos directamente al aeropuerto. Realmente fácil y barato llegar al aeropuerto desde el centro de Honolulu.

Hacia las 12h llegaba al aeropuerto sin ningún problema más que un pequeño retraso y con tiempo suficiente para ir a realizar el checkin y pasar el control de seguridad. El bus nos dejó en la terminal 1. Yo en ese momento ni siquiera sabía que había dos terminales ni a cuál debía ir. De hecho, lo que conocía del aeropuerto de Honolulu era lo que había visto a su llegada, y la verdad es que no me hice una buena idea de cómo era. El aeropuerto era mucho mayor de lo que me esperaba y tenía las dos terminales aunque por suerte estaban una al lado de la otra. Allí a la 1 veía que había 4 lobbies, uno de ellos por vuelos internacionales, así que pensé que debería entrar en aquél. No lo tenía nada claro pero lo que sí tenía claro era que aquélla no era la terminal a la que había llegado.

Antes de entrar me comí los sándwiches que llevaba sentado en un banco justo frente a las puertas de entrada a la terminal y después fui a buscar la zona para fumar, pero después de recorrer toda la zona de frente a las puertas y donde normalmente hay una pequeña zona de fumadores, no vi que en ninguna parte se permitiera fumar. Por último, cuando llevaba 10 minutos buscando, vi el típico cartel de permitido fumar pero que señalaba en el piso de abajo. Ya había visto que debajo había algo pero desde allí parecía un parking, por lo que no le había prestado más atención. Pero ahora que según el cartel la zona de fumadores estaba abajo, busqué las escaleras y bajé rápidamente. Y cuando ya estaba casi en la zona de fumadores me di cuenta de que acababa de llegar al lugar al que había llegado mi vuelo 5 días antes. Estaba en la terminal 2 y aquella era la que me conocía, de hecho ahora mirara donde mirara todo me era conocido.

Fui a fumar y cuando ya volvía hacia la terminal 1 para ir a buscar dónde hacer el checkin, vi que allí en la terminal 2 también había salidas internacionales. Estupendo, ahora ya no sabía a qué terminal debía ir, pues desde ambas había salidas internacionales, así que fui a preguntar a un punto de información que ya me conocía, pues a la llegada ya había preguntado dónde había un money exchange. Allí me preguntaron la compañía y al decirles Delta me dijeron que estaba allí, en el lobby 7 de la terminal 2. Pues menos mal que busqué un sitio para fumadores y que acabé preguntando porqué yo ya iba a entrar en la terminal 1.

Así que fui hasta el lobby 7 que estaba literalmente 10 minutos andando hasta encontrar los mostradores de Delta. Con todo ello ya eran las 12:30h y el tiempo de sobra que tenía se agotaba rápidamente.

Le dije a la mujer que organizaba la cola que sólo quería hacer el checkin y ella me dijo que podía ir a las máquinas a lo que le respondí que ya tenía un email infornándome que el checkin lo debería que hacer con un agente. Como si yo no supiera hacer el checkin online o en las máquinas…

Cuando me tocó, tuvieron que hacerme un montón de preguntas, por lo que no podía hacer el checkin en la máquina ni de forma online. Por ejemplo tenían que saber cuántos días estaría en México, si tenía ya el billete de salida o la dirección en la que me quedaría. Por lo menos la chica que me tocó era muy amable, me repetía todo lo que no entendía y me explicó muy bien lo que debería hacer en Los Ángeles, donde haría la escalera, pues allí debería hacer otro checkin. Le pregunté dónde estaba la puerta de embarque y me dijo que en aquella terminal, así que menos mal que fui a fumar y vi esta terminal, la 2, porque sino quizás todavía estaría en la 1 buscando el mostrador de Delta.

Con todo ello ya eran casi las 13 horas por lo que al final tampoco fui tan sobrado de tiempo. Fui a fumar un piti y ya a pasar el control de seguridad.

Como suele ocurrir en EEUU, había un perro detector de drogas antes de pasar el control. Todo esto lo pasé sin que me pararan ni me hicieran ningún registro adicional. Por cierto, que una vez pasado el control me encontré con una batería externa tirada al suelo que muy amablemente di a una agente del control. No sé si se la deberían quedar ellos o la llevaron a algún sitio de objetos perdidos, en cualquier caso en ese momento me salió la vena amable y no me la quedé. Además yo ya llevaba una que se veía mejor y más nueva que aquella.

El camino hasta la puerta de embarque también era bastante largo, de hecho todo el aeropuerto era mucho mayor de lo que me había parecido a la llegada, pues sólo había visto una pequeña parte. La puerta era la E3 y estaba allí donde debían asignarme el asiento, algo que me pasaba por primera vez.

Estuve allí esperando aprovechando que había conexión a Internet hasta las 14:30h que fui a preguntar al mostrador, y aún suerte, porque sólo enseñar el billete ya me dieron el definitivo que tenían allí preparado con el asiento asignado, el 35C, la penúltima fila, y de hecho la última de la banda de los asientos del A al C. Además tenía la categoría Basic por lo que tuve que esperar a que subiera todo el mundo hasta que sólo quedamos los de Basic, unos 15, para subir. Eso sí, éramos los mejores, ¡pues cuando nos llamaron una mujer hizo un Iuuujuuuuu! Y todos riendo subiendo al avión.

Pero no sólo me tocó al final del avión sino que además iba junto a una pareja que llevaban una niña de menos de un año… Fantástico.

El vuelo duraría unas 5 horas y media desde las 15h a las 20:30h pero siendo en Los Ángeles las 23:30h, es decir, debería pasar la noche en el aeropuerto ya que el vuelo hacia México salía a las 7 de la mañana.

Durante las primeras horas la niña se llevó bien, de hecho se llevó mejor de lo que me esperaba durante todo el vuelo aunque hacia el final ya lloraba mas, pero creo que no tanto por ella sino porque les sus padres querían hacerle dormir y ella no quería. Todo el rato estaba tocando la pantalla o mirando cosas y mientras lo hacía no molestaba, era justamente cuando la acunaban que lloraba. Lo cierto es que se la veía muy activa y no descansó en todo el trayecto.

Por lo demás todo bien y tranquilo, incluso nos dieron bebida y snacks en dos ocasiones durante el vuelo, que en mi caso fueron dos cafés y galletas. Menos mal teniendo en cuenta que el vuelo costaba unos 200€.

Y a las 20:30h llegábamos a Los Ángeles tal y como estaba previsto. Evidentemente tardé en bajar porque estaba en la última fila, pero al menos una vez abajo ya no hacía falta pasar ningún control de inmigración, algo que siempre se agradece y más están en EE.UU.

Una vez en el aeropuerto salí fuera a fumar un piti y lo que me sorprendió fue que hacía bastante frío, más de lo que me esperaba, de hecho tuve que ponerme la chaqueta, como todo el mundo. Creo que era la primera vez que me ponía la chaqueta en todo el viaje. No tabique estábamos en pleno mes de julio y por tanto en pleno verano en el hemisferio norte, donde estaba ahora.

En cualquier caso ésta era la primera vez que ponía los pies en Los Ángeles y aunque no saldría del aeropuerto, al menos podía ver un poco la fauna que hay en esa ciudad y como estando todavía en una ciudad americana , aquí la gente ya se veía muy diferente en Hawái.

Llegué a la terminal 3 y según tenía anotado el vuelo a México salía de la terminal 2, así que fui hasta la 2 donde pude llegar andando, pues las terminales están todas seguidas y en unos 5 minutos ya s puede llegar. Entré y efectivamente había mostradores de Aeromexico, la compañía con la que volaría, y además, a pesar de la hora que ya era todavía había una trabajadora. Fui a preguntarle si el vuelo saldría desde esa terminal y así me lo confirmó, tanto el lugar como la hora. Por primera vez en todo el viaje podía hablar en español, que después de tanto inglés y tailandés la verdad es que se agradece.

Así que ya sólo me quedaba esperar 4 horas a que abrieran los mostradores para hacer el checkin y 3 horas más hasta la salida del vuelo. Por suerte había red wifi abierta por lo que la espera se hizo un poco más soportable. Primero avisé a la familia de que ya estaba en Los Ángeles y después estuve mirando correos y temas de trabajo, escribiendo el diario o incluso mirando a Netflix. Ya sabía que no podría dormir en cuanto ni lo intenté, además hacía demasiado frío por el aire acondicionado como para ni siquiera intentarlo.

Esta ya era la cuarta o quinta vez que me tocaba pasar la noche en un aeropuerto y en ninguna de las ocasiones anteriores había conseguido dormir más de 5 minutos, por lo que estas alturas ya sabía que no hacía falta ni que lo intentara . Entre la incomodidad de las sillas, el miedo a robos, la luz que nunca se apaga y la megafonía que tampoco nunca se apaga me resulta imposible dormirme a menos que esté extremadamente cansado.

Salí un rato fuera de la terminal y tal y como ya he comentado antes, sólo de pasear un poco por las afueras de la terminal ya podía ver la diferencia entre Hawai y el continente, pues aquí ya había gente pidiéndome tabaco o al menos con cierta pinta que transmitía muy poca confianza.

Poco después de las 12 de la noche me comí las dos bolsas de patatas y el paquete de galletas que me quedaban. Y después ya ir haciendo tiempo paseando por la terminal, conectado a Internet o descansando en una silla hasta las 3:30h que fui hacia los mostradores de Aeromexico donde ya había 5 o 6 personas esperando. Yo llevaba 6 horas en esa terminal y aún no fui el primero en ponerme en la cola…

Pero allí nadie apareció hasta las 4:30h cuando en la cola ya había al menos 100 personas. Finalmente abrieron los mostradores y pude hacer el check-in sin problemas, y ahora ya no me hicieron todas las preguntas pertinentes para poder entrar en México pues ya me las habían hecho en Honolulu. Todo fue muy rápido y bien tal y como me había contado la amable trabajadora de Delta.

Hacia las 5 de la madrugada fui a pasar el control de seguridad que también pude pasar sin que me pararan ni me hicieran ningún registro adicional y directamente hacia la puerta 28 desde donde debería embarcar.

Y ahí tocó esperar una hora más en un ambiente completamente diferente al que llevaba viviendo en las últimas 8 horas. Aquí ya había decenas de personas bien despiertas y con un griterío importante. Eso sí, casi todos mexicanos, claro, lo que me hizo sentir un poco más cerca de casa después de tantas semanas dando vueltas por el mundo y de hecho haber dado ya más de la mitad de la vuelta. México era el más similar a estar en casa de todo lo que había visitado hasta entonces. Aún no era el final del viaje pero sí ya una nueva etapa que empezaba aquí y ahora.

A les 6:10h vam començar a embarcar. Jo era del grup 3 i, tenint en compte que del grup 1 quasi no hi havia ningú i del grup 2 no hi havia ningú, vaig embarcar quasi dels primers. I molt millor, ja que suposadament faltaria lloc per guardar tot l’equipatge de cabina per lo que m’interessava entrar ràpid i poder guardar la maleta almenys per davant meu per tal de no haver-me d’esperar a què sortís tothom de l’avió per poder-la agafar al baixar.

Vaig pujar dels primers. El meu seient era el 10F per lo que estava força a prop de la porta i a la finestra. I per sort aquesta vegada no em va tocar al costat de cap bebé, sinó tot el contrari, una noia que als dos minuts d’enlairar-nos es va adormir i ja no es va despertar fins l’aterratge. Un vol ben tranquil.

Yo en ese momento ya llevaba casi 24 horas sin dormir pero aún así no esperaba que pudiera dormir tampoco en ese vuelo, pues prácticamente nunca he dormido en un avión. Pero en esta ocasión el sueño pudo mas y por suerte pude dormir un poco, que aunque fuera poco fue ciertamente imprescindible. A las 7:30h me quedé completamente dormido sin intentarlo hasta hacia las 8:40h que me desperté por ruidos en la cabina. Cuando abrí los ojos vi que el resto de pasajeros tenía el desayuno, de hecho seguramente me desperté por el propio ruido que hicieron al repartir los desayunos. Y yo que llevaba un montón de horas sin comer nada decente y casi nunca duermo en aviones, justo me duermo cuando reparten el desayuno. Evidentemente cuando pasó una de las tripulantes le dije que no me habían dado la comida porque estaba durmiendo y que por favor me la llevaran, cosa que hicieron enseguida. Aunque de hecho tampoco era tanto como parecía, pues era un croissant de jamón y queso, un trozo de chocolate y una especie de compota de manzana. Eso sí, me apeteció todo mucho sobre todo debido al hambre que tenía.

Y habiendo comido y aún con mucho sueño acumulado, no tardé demasiado en quedarme dormido de nuevo y durante buena parte del trayecto. Menos mal porque el día que tenía por delante sería largo y cansado llegando a mi destino final sobre las 12 de la noche.

En ese momento ya llevaba más de la mitad del mundo recorrido sin que hubiera sufrido ningún problema grave y ni siquiera quieres cancelados. Algún retraso que me fue muy bien por la compensación económica pero en general todo muy bien. Ahora ya estaba en la segunda parte del viaje empezando por México que para mí ya es zona conocida y por donde me muevo casi como si estuviera en casa.