A las 7 de la mañana me desperté para iniciar el largo día de camino a Tailandia, y digo largo porque entonces todavía no sabía lo que iba a costar llegar.

Cuando me desperté todavía había gente durmiendo pero otros muchos ya se habían levantado. Fuera ya hacía rato que era de día por lo que entraba un poco de luz, suficiente para poder ver lo que hacía sin más luz artificial. Cogí la ropa y las cosas que ya tenía preparadas en una bolsa y me fui a duchar. Cuando salía de la habitación, las cosas más caras las guardaba en la maleta y la cerraba con candado aunque creo que no habría hecho falta.

Aun siendo un hostel con baños compartidos, casi no veía la diferencia. Había un montón de duchas y la cocina estaba tan bien equipada que no tenías necesidad de buscar nada fuera. Mucha gente casi que vivía allí y algunos preparaban unos desayunos de campeonato. Además todo el mundo era muy respetuoso por lo que el silencio en todo el hostel era total a todas horas, pudiendo trabajar allí mismo en la cocina mientras me tomaba el café sin ningún problema. No había estado en demasiados hosteles, pero éste era de lejos lo mejor en lo que había estado y donde me habría pasado una semana más sin ningún problema.

Una vez me duché y vestí, cogí el portátil y hacia la cocina a tomar el café de cada mañana con mi taza plegable y la leche evaporada, todo un lujo totalmente necesario para mí. Calentador, taza, leche y café, todo esto llevaba a una única maleta de cabina que llevaba para dar la vuelta al mundo durante 3 meses. Algunos habrían dicho que teniendo en cuenta el espacio disponible, todo esto no era del todo necesario, pero para mí os puedo asegurar que sí lo era totalmente necesario.

Parecía que una parte del hostel era para estudiantes y, de hecho en ese momento, entró una chica jova asiática muy bien vestida, con unos tacones de 10 cm pero con su mochila y preparándose su comida. Yo sólo estuve dos días, pero esa chica y muchos más seguramente están todo un año (o mes), y la verdad es que yo tampoco tendría ningún problema para acostumbrarme.

Escribí el periódico mientras me tomaba el café y miraba correos y al cabo de una hora fui abajo para salir fuera a fumar un piti. fue entonces cuando miré cómo ir al aeropuerto. No me lo había mirado antes porque en ese momento pensaba que la mejor manera para ir sería igual que la ida, es decir, en tranvía hasta la estación central y de allí en tren exprés hasta el aeropuerto. Pero al asombro vino cuando vi que el precio de vuelta era el doble que el de ida, pues costaba 21€ el trayecto de 25 minutos hasta el aeropuerto. ¡Qué pase de precios! Además Moovit me recomendaba ir en bus, así que miré los precios y los horarios en la web de la compañía, que era Flybussen. El bus era algo más barato pero no demasiado, de hecho costaba casi 19€, pero lo bueno es que había una parada a menos de 5 minutos andando del hostel, y eso que éste estaba bastante alejado del centro. Así que teniendo en cuenta el precio pero sobre todo la facilidad en el trayecto, decidí ir con el bus de la compañía Flybussen. Desde allí mismo y desde el móvil, hice la reserva, pues de esta forma salía un poco más barato que comprando el billete directamente en el bus. Menos mal que se me ocurrió mirar el trayecto cuando aún me quedaba una hora por marcharme, sobre todo por la facilidad del trayecto, algo importante teniendo en cuenta que tenía por delante casi 24h antes de llegar al hotel de Bangkok.

Lo de los precios de Noruega es increíble. Oslo es la ciudad más cara que he visitado hasta ahora y con diferencia, más que Nueva York o Boston.

Una vez comprado el billete de bus y tomado el café, preparé bien la maleta porque ahora sí que tenía que vigilar bien el peso y las medidas, sobre todo el peso, pues el máximo permitido por Norwegian son 10kg y yo lo llevaba 11. Nunca había conseguido bajar de los 11kg, pero también es cierto que con Norwegian siempre me habían dejado si sólo me pasaba 1kg. Y si, siempre lo comprobaban.

El bus pasaba cada 15 o 30 minutos y no tenía que coger uno en concreto, por lo que tampoco tenía la presión de tener que llegar a una hora concreta en la parada aunque la tenía a 5 minutos andando del hostel. Hacia las 11h bajé a recepción a dejar las sábanas y hacer el checkout.

Hacía muy buen día, mejor que la anterior, sin ninguna nube y una temperatura muy agradable. Salí con la chaqueta puesta pero al poco rato ya me la quité y eso en Oslo no es poco.

La parada estaba aún más arriba que lo que estaba el hostel, que ya estaba muy arriba. De hecho la parada parecía estar en una especie de autopista que estaba muy cerca. Siguiendo a Google Maps no tuve ningún problema para encontrarla y lo mejor fue que cuando ya llegaba justo pasó el bus que me esperó unos segundos para poder subir, así que no eran ni las 11:30h que ya estaba en el bus de camino al aeropuerto. El vuelo salía a las 14:50h y no tenía que facturar, por lo que iba bien de tiempo.

Eso sí, el bus era más lento que el tren, como era de esperar. Iba por carretera y además hacía varias paradas más que el tren. Paraba en pueblos bastante lejos de Oslo y supongo que sobre todo en lugares donde el tren quedaba lejos. Lo bueno del bus es que permite ver mejor el paisaje que en tren. Me sorprendió, aunque en Noruega ya es normal, que incluso dentro del bus se podía pagar con tarjeta. Casi todo el mundo ya llevaba el billete como yo en el móvil, pero aquellos que tenían que pagar al chófer, podían hacerlo también con tarjeta.

Hacia las 12:30h llegábamos al aeropuerto después de un viaje realmente cómodo y un conductor muy amable. Un servicio realmente bueno.

Entré en el aeropuerto ya con la intención de buscar el control de seguridad y el baño para ya prepararme casi para ir a la puerta de embarque, cuando recibí un SMS en el móvil informándome de que lo quiere se retrasaría hasta las 18:15h, es decir, 3,5 horas. Ya podrían haberme enviado una hora antes y ya no habría llegado tan pronto.

Inmediatamente fui al mostrador de Norwegian y allí, supuestamente, nadie sabía nada, ni enseñándole el SMS el tío se enteraba, o no quería enterarse… De hecho me hizo el check-in y me dio ya la tarjeta de embarque. Pero el SMS estaba bien claro y evidentemente no me quedaría con esa incógnita, así que fui a la cola de atención al cliente y allá una chica si que parecía que sabía algo pero que realmente no quería decir nada, de hecho me dijo que en principio sí que se retrasaba pero que no podían confirmarlo, y menos aún el tiempo. Yo creo que lo decía para que la gente no le montara un pollo allí mismo. Al decir quizás si pero quizás no, la gente se marchaba con la esperanza de que no y así no decían nada. En cualquier caso a mí esta poca claridad es lo que realmente me cabrea, pues si me dicen que faltan 4 horas pues yo ya me espabilo y si hace falta me voy de allí, pero al decir que no era seguro, pues claro, ya pasas el control y vas a la puerta de embarque, pero es que ahí sí que no hay nada que hacer, por lo que tener que esperar las 4 horas ahí dentro es terrible. Y esto es lo que me pasó.

En cualquier caso seguí considerando que el vuelo salía a las 14:50h, por si a caso, así que a las 13:30h ya estaba pasando el control de seguridad y entrando en una zona donde todo es caro, no se puede fumar y no se puede salir.

El control de seguridad lo pasé bien, sin ningún registro adicional y con una amabilidad por parte de los agente excelente. Saben que todo es un trasiego para los pasajeros y parece que se vean con la obligación de pedirte perdón continuamente. Noruega parecía un paraíso.

Eso sí, el control de pasaporte ya fue otra historia, pero por mi culpa realmente. El tema es que desde mi viaje anterior por América, el día que estuve en Washington, el pasaporte lo tenía casi ilegible. Ese día llovió mucho en Washington y fue inevitable que se me mojaran cosas, entre ellas el pasaporte, provocando que la tapa esté completamente borrada. De todas formas las hojas interiores, pese a un poco arrugadas, se ven bien, por eso no llegué a cambiarlo. Pero allí en el control, supongo que entre esto y que tiene al menos 15 sellos de 15 países diferentes, pues hizo que el control fuera más exhaustivo, y eso que estaba saliendo del país. Primero revisaron entre el agente que me tocó y la de al lado, el pasaporte por arriba y por abajo, le pasaron por varias máquinas, lo tocaron por todas partes, y después tocaron las 15 preguntas sobre lo que hacía, donde iba y porque había ido a Oslo. De hecho todo era raro porque se marchaba casi un mes a Tailandia pero antes paraba dos días en Oslo. Les expliqué que esa parada de dos días se debía a que el vuelo hacía una escalera en Oslo y en estos casos me gusta aprovechar la escalera para ver la ciudad. Finalmente, pasados ​​casi 10 minutos, confirmaron que todo era correcto, que el pasaporte era legal y que nadie me buscaba y me dejaron pasar, salir.

Lo primero que hice fue ir a la puerta de embarque que ya estaba anunciada en los paneles, y allí, ya los primeros tailandeses… Puede parecer una tontería pero en ese momento para mí era la señal de que ya iba de camino al primer país que visitaría de Asia. De hecho aquella era la novedad de ese viaje, además de dar la vuelta completa al mundo. Por primera vez iba a Asia con todo lo que esto representa de cambio de cultura, idioma, escritura, costumbres, etc. Iba al que seguramente era el país más distinto que habría visitado hasta ahora, y ya llevaba varios.

Me senté ya esperar. Si el vuelo salía a la hora prevista, no debería esperar ni 10 minutos antes de que empezaran el embarque, pero si salía a la hora que decía el SMS, debería esperarme dentro de más de 3 horas. Y lo peor de todo es que nadie lo sabía a ciencia cierta, o al menos eso nos querían hacer creer a los pasajeros.

Estuve allí sentado casi una hora cuando ya confirmaron, y ya era evidente, que el vuelo se retrasaba al menos 3 horas. A mí ya me había llegado hacía rato el SMS pero en ese momento me dio la sensación de que allí todavía había pasajeros que no lo sabían y en ese momento recibían la noticia por primera vez. De hecho fue uno de los pasajeros que lo dijo así por lo general a todos los que estábamos allí. Según decía, había visto en Google que la puerta de embarque había cambiado. Lo miré y efectivamente, en Google le decía otra puerta. Y al cabo de 2 minutos nos avisaron a nosotros. Nos enteramos antes por Google que por Norwegian o el aeropuerto.

Yo antes de ir a la otra puerta, y viendo el panorama, intenté salir de la zona de seguridad, pues me veía incapaz de aguantar 3 horas más allá, pero ya fue imposible, de hecho no voy encontrar ni puerta para salir. Supongo que si no llegabas con un vuelo a una zona en concreto, salir de allí era muy complicado.

Así que fui hacia la otra puerta, la 25 si no recuerdo mal, donde ya estaban todos los pasajeros esperando, por cierto, a muchos españoles. De hecho ya hacía años que Tailandia estaba poniéndose de moda pero con especial intensidad en España. Y esto se notaba en este aeropuerto de Oslo donde había más españoles que noruegos esperando para ir hacia Bangkok. El avión tenía un problema técnico y estuvo a nuestro lado 4 horas. Lo veíamos pero no podíamos embarcar.

Al cabo de 30 minutos de esperar, resignado ya a que esa espera se alargaría horas, me comí la ensalada de queso y jamón que había comprado el día anterior a un súper Kiwi. Estaba muy buena y había mucha, de hecho incluso me extrañó tanta cantidad de ensalada por sólo 5€ teniendo en cuenta que era Oslo. Entre esto y las galletas que también había comprado comí mejor de lo que pensaba. Eso sí, la intención era comer ya en el avión y así estar un poco entretenido durante el vuelo, pero claro, con la de horas que aún quedaban más valía no esperar más.

Y después ya otra vez a hacer tiempo paseando, yendo al baño, bebiendo agua (al menos había una fuente de agua fría) y mirando el móvil o leyendo información sobre Bangkok.

Pero todo al final, al menos para mí, fue mucho mejor, pues finalmente el retraso fue de 5 horas y según la normativa europea nos correspondían 600€ de indemnización. Y teniendo en cuenta que el precio del billete fue de 160€ y que el retraso no me ocasionó ningún problema, finalmente me alegré mucho del retraso.

Hacia las 18:30h y cuando ya llevábamos casi 4 horas de retraso y más de 5 que estábamos allí dentro de la zona de seguridad, por fin nos avisaron de que saliéramos un momento de la sala, pues la puerta de embarque estaba dentro de una sala cerrada, ya que deberíamos entrar uno por una previa comprobación de la tarjeta de embarque. En ese momento aún no lo sabía, pero ese control también era para pesar las maletas. Éstos de Norwegian siempre las pesas, aunque tengan que llevar una balanza a la misma puerta de embarque.

Mientras esperaba ahí fuera vi la que fue mi heroína del día. A mí, que tenía 38 años, ya todo el mundo me decía cómo era capaz de irme solo 3 meses a dar la vuelta al mundo por países como Tailandia o Malasia. Yo siempre les decía que evidentemente no era el único y que gente mucho más joven que yo ya lo hacía. Pues allí vi a una de estas chicas que no debería tener más de 20 años y que iba sola con su mochila en dirección a Bangkok. Además la mochila que llevaba era la que yo quería, la mochila adaptada para poder llevarse en cabina y que se abre como si fuera una maleta, mucho más cómodo que las mochilas tradicionales. Pues aún no había llegado a Tailandia que ya veía a gente que iba aún más a la aventura que yo.

Finalmente, sobre las 19:00h empezamos a entrar en la sala ya para embarcar. Llegaba el momento de poner cara de pena por lo que sabía que iba a pasar, que sería que mi maleta pesaría más de 10kg, pero poco más por lo que la chica no sabría si dejarme pasar o cobrar el exceso. Y efectivamente fue así. Puse la maleta y la mochila en la balanza y marcaba 11,50kg. Yo me hice el despistado que junto a la cara de pena hizo que la chica le preguntara a la que parecía su superior y ésta dijo que no pasaba nada, así que la primera chica me dijo lo que ya me habían dicho otras veces, que por esta vez no pasaba nada pero que por la próxima tuviera en cuenta que el máximo eran 10kg. Perfecto, 40 o 50€ que acababa de ahorrarme.

Me senté a esperar junto a la balanza por simple curiosidad de ver si algún pasajero debería facturar su maleta de cabina. Claro que sí, de hecho fueron unos 10 pasajeros los que tuvieron que pagar y facturar. Algunos lo tomaron muy mal, pero es que había gente que iba cargando 20kg, eso ya es tener más cara que espalda.

Uno de esos pasajeros que se pasaba de peso, era un señor, que parecía noruego, algo bebido y que se puso muy farruco. La chica de Norwegian le dijo que fuera hasta el mostrador de la puerta a pagar y facturar la maleta. El señor decía que no pero parecía que poco a poco iba, pero no, más tarde vi que todavía estaban discutiendo con él.

Al cabo de unos 30 minutos más, ya nos avisaron para ir embarcando. Fue cuando ya estaba a punto de entrar en el finger que vi al señor bebido de antes discutiendo con la chica de antes porque quería embarcar sin haber facturado todavía. De hecho el señor ya se iba a colar cuando la chica se puso delante de él ya gritando y diciéndole que se retirara o avisaría a seguridad. Todo esto estaba pasando delante de mí y de hecho yo era el siguiente en embarcar, aunque no podía por culpa de aquel borracho, por lo que al final incluso yo le dije que dejara ya de hacer el ridículo y se apartara si no quería que le girara la cara. Entonces, su pareja, que ya no sabía dónde mirar, le hizo entrar en razón y se apartaron de la puerta dejando que siguiéramos con el embarque.

Me tocó pasillo, lo que siempre prefiero en vuelos largos. En la ventana había una chica y faltaba aunque llegara el de en medio, que fue un chico negro. Los tres teníamos más o menos la misma edad y parecía que íbamos solos. El chico se durmió antes del despegue y ya no despertó hasta el aterrizaje. 11 horas durmiendo.

Eran ya casi las 20h por lo que llevábamos ya 5 horas de retraso. Cuando ya estábamos hartos de esperar, el capitán nos comunicó que aún nos retraseríamos unos minutos más porque un señor borracho le estaba liando en la puerta de embarque. Ve que no fuera el de la maleta…

Estuve escuchando música, algún ebook, información de Tailandia, etc. Todo debidamente preparado para poder consultarse offline. También pude dormir un rato, pues todavía estaba harto de lo que había comido mientras esperaba, por lo que el vuelo todavía se me pasó bastante rápido y bien.

Iba hacia el este, por lo que más valía que intentara dormir lo máximo posible ya que perdería 6 horas de noche y al día siguiente quería estar un poco fresco para aprovechar ya un poco el día, aunque debido a el atraso llegaríamos a Bangkok sobre las 13h. Qué envidia el negro que llevaba rato durmiendo. ¿Cómo lo haría?