Me desperté un poco antes de las 6 de la mañana, antes de que sonara el despertador. Ese día ya se marchaba hacia Kuala Lumpur y la que sería la última parada en Malasia. La intención era dejar el hotel hacia las 9h, llegar a Melaka Sentral hacia las 10h, tomar un bus exprés a más tardar a las 11h y llegar a Kuala Lumpur hacia las 13h. El check-in en el apartamento era a partir de las 15h, por lo que si todo iba así, tendría dos horas para el almuerzo y llegar al apartamento.

Me duché, tomé un café, miré todas las opciones y horarios de todo lo que debería coger, escribí el periódico, lo recogí todo y hacia las 8:30h se marchaba del hotel. Ya había uno de los dos chicos que normalmente había en recepción aunque todavía estaba fuera. Me despedí de él y fui hacia el Medical Center de Melaka pues allí estaba la parada del bus local 17 que tenía que coger para ir a Melaka Sentral, lo mismo que cogí al llegar.

Cuando llevaba unos 5 minutos andando miré a Google Maps donde había buscado la ruta pero, no sé porqué, ya no estaba. Probablemente habría echado atrás a la aplicación haciendo que volviera al inicio. En cualquier caso las indicaciones que había guardado al salir del hotel ya no estaban. Miré a la zona de Medical Center y vi una parada, así que en vez de volver al hotel, conectarme a Internet y volver a realizar la búsqueda, decidí seguir.

Al llegar al Medical Center fui a lo que según Google Maps era una parada de bus. En principio el 17 pasaba una vez cada hora, según Google Maps en y 30 de cada hora aunque me extrañaba. Estuve esperando una hora, hasta las 9:35h y allí no pasó ningún bus. Una hora esperando de pie se puede hacer muy largo…

A las 9:35h decidí volver al hotel (lo que debería haber hecho antes) y contratar a un Grab, que es como el Uber del sudeste asiático. Ya lo había mirado antes de salir y el precio hasta Melaka Sentral eran 9RM, 2€, por lo que era un precio más que razonable por el trayecto que era. Coger taxis o Ubers no me gustaba, pero en ese caso había intentado coger el bus sin conseguirlo. Además sería la primera vez que tomaría un Uber o similar, y eso también me hacía cierta gracia.

Llegué al hotel sobre las 9:45h y pedí un Grab. Mientras esperaba volví a buscar en Google Maps para ir a Melaka Sentral en bus, y sorpresa, no había pasado ningún bus porque no había ido a la parada correcto. Estaba allí cerca pero en otra calle, por eso ni siquiera vi pasar ninguna. En fin, esto me pasó por no volver atrás cuando sólo hacía 5 minutos que había salido del hotel. La verdad es que me dio bastante rabia, pues ahora probablemente ya estaría en Melaka Sentral y habiendo cogido sólo un bus local.

Mientras esperaba en el Grab, salió el otro chico del hotel, el que parecía el propietario, y me preguntó que qué hacía allí, que le habían dicho que había dejado el hotel hacía más de una hora. Le expliqué la situación y me pidió que le enseñara el móvil, pues según él los Grab no tardan ni 2 minutos en llegar y yo ya hacía 5 que esperaba. Me dijo que algo ocurría al mirar la aplicación. Lo intentó de nuevo e hizo que no con la cabeza. No lo entendía demasiado, pero parecía que según él no estaba funcionando. Sacó su móvil, pidió un Grab para Melaka Sentral, y al cabo de 10 segundos me enseñó el móvil en el que se veía en pantalla que ya había un coche que venía y que llegaría en menos de 2 minutos. Pues suerte que él estaba allí porque sino también me habría fallado Grab. Al final ninguno de los dos entendimos que le pasaba en la app de mi móvil.

Y efectivamente, no hacía ni 2 minutos que ya aparecía el coche por la esquina. Ahora si me despedí de todos, subí el coche y fuimos a Melaka Sentral. Con todo ello ya eran casi las 10 de la mañana, aunque mis planes era tomar el bus exprés a más tardar a las 11h, por lo que todavía tenía tiempo.

El chico del Grab era realmente amable, bastante joven, y aunque con un inglés muy básico, podíamos entendernos. El trayecto duró unos 10 minutos tiempo en el que me preguntó cómo me decía, a lo que le respondí Guillem y que era un nombre en catalán, a lo que él respondió, Guillem en catalán pero muy bien dicho y en la primera, sin que tuviera que repetirle. Después hablamos de Barcelona, ​​cómo no, lo que llevaba hasta ahora de viaje y lo que me quedaba por hacer y finalmente de Kuala Lumpur, pues era hacia dónde iba. El chico no parecía ni de allá, pues casi que sabía más yo de Kuala Lumpur que él, y además, los malayos saben bastante bien el inglés, por lo que todo me hacía creer que quizá aquel chico no hacía tanto tiempo que estaba en Malasia. En cualquier caso, era muy amable y el trayecto hasta Melaka Sentral fue muy agradable.

Llegué a Melaka Sentral hacia las 10:15h, así que a pesar de los problemas todavía iba muy bien de tiempo. Además la terminal ya me medio conocía por lo que enseguida llegué a las máquinas y compré el billete para las 10:45h por 10,70RM, 2,30€.

Fui a buscar la puerta A, tal y como ponía en el billete ya esperar hasta las 10:40h que llegó el bus. Subí y como en la ida, había un señor sentado en mi sitio. Yo tenía el asiento 4 que era el de ventana, por lo que fui a sentarme al 3 cuando él dijo que aquellos eran el 1 y el 2. Le señalé los del lado donde ponía 1 y 2 diciéndole que aquellos eran el 3 y el 4. En vez de moverse se quedó donde estaba. Yo dejé 3 o 4 segundos a ver qué hacía y como no hacía nada pues me senté al 3, a su lado. Por lo que se ve en Malasia hay mucha gente que no sabe cómo va la numeración de los asientos de un bus…

Al menos el señor era amable y estuvimos charlando los primeros 20 minutos del viaje. Primero me preguntó lo de siempre, de dónde estaba, de dónde venía, dónde iba, etc. La verdad es que éste era más charlatán y sabía hablar mejor el inglés que el de Grab, por lo que mis explicaciones sobre mis viajes fueron mucho más extensas. Además estaba realmente interesado, preguntándome que cómo lo hacía, a qué me dedicaba, si siempre iba solo, etc. Mostraba realmente mucho interés en todo lo que le explicaba, pues al fin y al cabo, todo es muy interesante.

Él me contó que su hijo estaba viviendo en Liverpool por algo de Petronas, la compañía de petróleo más importante de Malasia y casi del mundo. Esto venía porque estuvimos hablando de divisas y salió el tema de la libre esterlina, pues es una divisa muy fuerte. Según decía él había trabajado de técnico en alguna empresa que no entendí pero parecía importante, de hecho se notaba que era de buena familia. Estas conversaciones con este tipo de persona son siempre interesantes y aportan nuevos conocimientos siempre necesarios.

El resto del viaje lo aproveché para escribir el diario, sin hacer demasiadas cosas para que no desaparecieran las indicaciones del transporte público que debía coger en Kuala Lumpur para llegar al apartamento. NO me fiaba porque a veces, sin saber exactamente cómo, Moovit o Google Maps, volvían a la pantalla de inicio desapareciendo las indicaciones que había, y sin Internet, ya no se pueden recuperar.

Hacia las 13h llegábamos a Kuala Lumpur, en la terminal que ya me conocía un poco, la TBS.

Según Moovit debía tomar un tren, así que fui siguiendo las indicaciones de los carteles, del mapa de Moovit y lo que ya me conocía, pues la primera vez que estuve allí ya vi dónde estaba el tren. Mientras iba, una chica joven que había ido conmigo al autobús, cuando me vio mirando el móvil y los carteles, me preguntó a dónde iba. Yo le dije en la estación de Titiwangsa, ella dijo que sí y me acompañó hasta las máquinas en las que podía comprar el billete. Seguramente las habría encontrado sin problemas, pero con ella fue más rápido. Después me preguntó cuál era el destino, a lo que le dije Bernamsa y que según Moovit debería coger el Monorail. Yo pensaba que era el Monorail porque la estación era Monorail y no me fijé con el símbolo, que era un autobús, no un tren. Ella me dijo que creía que el monorraíl no me llevaría allí, y me dio una serie de instrucciones que apenas entendí aunque tampoco le ponía demasiada atención, pues estaba convencido de que siguiendo las indicaciones de Moovit no tendría ningún problema .

Compré el billete hasta Titiwangsa, que de hecho no era un billete, sino como una moneda de plástico que al entrar tienes que pasar por un lector y se abren las puertas, y al salir debe introducirse en un agujero tipo el de poner las monedas en una máquina de tabaco, por lo que es re-utilizada, pues para salir debes devolverla.

El tren pasó al cabo de poco menos de 10 minutos. Apenas eran las 13:10h por lo que en ese momento iba muy bien de tiempo, pues el check-in debía ser como mínimo a las 15h. Hasta Titiwangsa eran 12 paradas y unos 30 minutos aproximadamente.

Durante el trayecto pasamos por un punto desde donde se veían bastante bien las Torres Petronas, siendo la segunda vez que las veía.

Hacia las 13:40h llegábamos a Titiwangsa y allí empezarían los problemas, aunque al final, como todo, se acabaría solucionando.

Yo estaba convencido de que debía coger el monorraíl, confundido por el nombre de la estación que ponía en Moovit. Y de hecho, cuando salí del tren, ya había carteles indicando dónde estaba el monorraíl, por lo que no tuve dudas y fui directamente. Al llegar, menos mal que me paré a mirar las paradas que tenía, pues eran 7 u 8 por lo que se podían leer todas en un momento. Entonces vi que ninguna coincidía con las que me llamaba Moovit. Me lo estuve mirando 5 minutos largos hasta que decidí marcharme porque ninguna de las 4 paradas que según Moovit tenía que pasar, aparecía en el listado de paradas del monorraíl. Así que salí y vi un cartel que ponía a Hub Titiwangsa, que era el nombre de la estación que me llamaba Moovit donde tenía que coger lo que yo pensaba que era el monorraíl. Pero al ver que salía a la calle, volví atrás para asegurarme.

Mientras miraba todos los carteles que había en la estación, se me acercó un indigente preguntándome a dónde iba, yo le dije pero sin prestarle demasiada atención, pues pensaba que me pediría dinero, error. Él lo miró e incluso fue a preguntar a la taquillera. Volvió y me dijo que el monorraíl no iba hasta dónde yo tenía que ir, lo mismo que me había dicho la china en la TBS. Entonces ya me di por vencido y miré a cuánto estaba del apartamento, vi que eran poco más de 2km y que podría tardar unos 45 minutos en llegar. El señor me señaló la dirección y le dije que quizá iría andando, a lo que él dijo que sí, que podía hacerse sin problemas. Le di las gracias y salí yendo en dirección al apartamento con la intención de llegar andando.

Yo todavía tenía en mente el nombre GOKL, que era el nombre que ponía en Moovit y que yo pensaba que sería la línea de monorraíl, y que de hecho había sido otro de los motivos por lo que había descartado el monorraíl, ya que ese nombre no aparecía en ninguna parte. Pues cuando llevaba caminando unos 5 minutos y ya directo hacia el apartamento por una calle estrecha, un bus me pitió para que vigilara, y al girarme, sorprendida, ponía GOKL. No era el monorraíl el que debía coger, sino el bus. Si hubiera leído toda la página de Kuala Lumpur en Wikitravel probablemente esto ya lo sabría y me habría ahorrado 20 minutos, pues con la tontería eran ya las 14h.

Entonces intenté ir a donde me decía Moovit que debía tomarse el bus, en el punto del mapa indicado. Pero después de estar dando, literalmente, vueltas durante 30 minutos no encontraba la parada. entré y salí de la estación, fui de un lado a otro de la carretera dos veces, que debía cruzarse por un puente, fui a una pequeña terminal de autobuses que había pero sólo eran buses de larga distancia. Todo ello con un calor que ya hacía y pensando que si ese tiempo le hubiera dedicado a ir hacia el apartamento, quizá ya habría llegado, eso si, mucho más cansado, mucho más sudado y con las ruedas de la maleta muy mas hechas polvo.

Finalmente y cuando ya estaba desesperado ya punto de tomar un taxi, con la ayuda de la gente a la que iba preguntando y dando vueltas por toda aquella terminal, vi buses de GOKL aparcados. Primero vi a los de la línea roja, y según Moovit tenía que ir con los de la naranja, que por suerte, estaban casi al lado. fui hacia donde vi un cartel con el recorrido, y sorpresa, ¡eran las paradas que ponía en Moovit! Por fin la había encontrado y la parada a la que tenía que ir aparecía en ese cartel. Mientras miraba el cartel se acercó a un trabajador y me preguntó dónde iba. Le señalé la parada en el cartel y me señaló el bus que debía coger y que a las 14:45h salía. eran las 14:31h, por lo que acababa de salir uno, de hecho le vi cómo se marchaba. En fin, ya no venía de 145 minutos más. De todas formas el bus tardaría poco más de 5 minutos en llegar a la parada y de allí yo tenía 5 minutos caminando hasta el apartamento, por lo que seguramente todavía llegaría un poco antes de las 15h.

Hay que tener en cuenta que estos buses son totalmente gratuitos. Simplemente subes y sedes. ¿Cuántas ciudades deberían aprender…

A las 14:45h salimos y en y 53 llegaba a la parada donde tenía que bajar. Y de ahí caminando siguiendo las indicaciones de Google Maps. Iba por la carretera y debería girar una calle arriba donde ya estaría el bloque. Pasé por una calle que en un principio no me pareció que fuera aquella, pues se veía muy pijo, y aunque sabía que el apartamento que había alquilado estaba muy bien, no pensaba que tanto. Así que seguí caminando hacia la próxima calle, pero según Google Maps ya me había pasado. Pues parecía que si era esa calle que se veía tan pijo. Volví atrás y subí. A unos 100 metros se veía una torre altísima que debía ser aquella, pues no había más, de hecho parecía una calle hecha expresamente por aquella torre.

Así que fui directamente hacia la torre y cuando llegué Google Maps me decía que ya había llegado al destino, o sea que no había dudas. En la puerta había 3 o 4 vigilantes de seguridad, tenía un vestíbulo enorme con conserjes y trabajadores por doquier, todo ello era más heavy de lo que imaginaba. Menos mal que no fui caminando porque sino habría llegado suadísimo, y allí la mayoría iba con americana. Ya hacía suficiente el cante yendo como iba.

Y en ese momento caí en el que no sabía nada, ni el piso donde estaba mi apartamento, pues aquella torre tenía al menos 50, ni cómo tenía que encontrar en el anfitrión ni nada, de hecho sólo sabía que se decía Yow Chee. Así que fui a la recepcionista con el email de confirmación de Airbnb y le dije que tenía un apartamento allí alquilado y que Yow Chee era su propietario. Ella miró el correo y me dijo si le podía enseñar alguno en inglés, cm ya me imaginaba. En ese momento fui consciente de que todo sería más complicado de lo que pensaba, pues en ese blog no se podía pasar de recepción si no estabas autorizado. Todas las puertas se abrían con una tarjeta que yo evidentemente todavía no tenía.

Entonces intenté conectarme a alguna red wifi sin esperanza alguna, pero sorprendentemente allí había una abierta. era la primera vez en Malasia que podía conectarme a una red abierta y justo en el momento que más lo necesitaba. Entré en la app de Airbnb y tenía mensajes del anfitrión con las instrucciones para hacer el check-in. ¡Perfecto! aunque seguía sin entender por qué la gente te envía las instrucciones tan tarde, ¿no pueden suponer que no tenemos 4G en el móvil y que quizás no podemos acceder a los mensajes??? En cualquier caso me había indicado los 5 pasos para realizar el check-in. Así que fui con los mensajes a la recepcionista de nuevo y me dijo que acudiera a una oficina que estaba allí al lado. fui y al enseñar los mensajes me dijeron que allí no estaba, que estaba detrás de la recepción. La recepcionista no se enteraba… Volví y entonces lo entendió. El tema es que debía ir al buzón del apartamento en el que me habían dejado la tarjeta para acceder a todo el edificio y las llaves del apartamento.

La recepcionista avisó a un chico, que ya se enteraba más, y me acompañó a los buzones. Buscamos la A-39-08, que era la numeración de mi apartamento, pero al abrirla ahí no había nada. Apenas eran las 15:10h, por lo que supuse que todavía no estaba a punto. Volví al hall y le envié un mensaje al anfitrión. él comprobó con el servicio de limpieza y me confirmó que todavía lo estaban limpiando y que me avisaría cuando dejaran la tarjeta y la llave en el buzón.

Hacia las 15:45h me avisó de que ya podía ir al buzón de nuevo. Fui a recepción pero ahora el chico no estaba, por lo que tuve que esperar 10 minutos más hasta que apareció. Estuve en total una hora por allá dando vueltas pero estas cosas sirven para que después te recuerden, pues con tanta gente, si no te pasa algo los trabajadores difícilmente se acordarán de tu cara.

Hacia las 16h volvimos al buzón y ahora si estaba la tarjeta y la llave. Le di las gracias al chico y ya se marchó sin controlarme, pues ahora si ya estaba autorizado para moverme por toda la torra. Cogí el ascensor y fui hasta la planta 39, que de hecho esto era algo que no sabía. ¡Y la planta 39 era ya muy alta!

El ascensor subía rapidísimo y de hecho se te tapan las orejas como en un avión. En menos de 15 segundos el ascensor ya llega a la planta 39. Salí del ascensor y lo primero que vi fue una enorme ventana con vistas a la ciudad. Me quedé de piedra. Estaba a unos 130 metros de altitud y las vistas eran simplemente impresionantes.

Busqué el apartamento 8 que era el mío. En ese momento todavía no tenía claro si sería una habitación dentro de un apartamento compartido o todo un apartamento para mí. Por las explicaciones parecía que iba a ser una habitación en un apartamento compartido, pues el anfitrión decía que mi habitación era la de la izquierda.

Llegué al apartamento 8 donde la puerta se abría pasando la tarjeta. La pasé, se abrió y vi como un pequeño recibidor con dos puertas, una a la izquierda y otra a la derecha. Abrí con la llave la de la izquierda y… ¡era todo un apartamento para mí solo! Pequeño, eso sí, pero con todo, incluso lavadora.

Pero lo mejor llegó cuando me acerqué a la ventana y me quedé, literalmente, sin respiración durante 2 o 3 segundos. No podía creerlo. Se veían las Torres Petronas perfectamente, de hecho una se veía entera cosa que no ocurre desde casi ningún mirador de Kuala Lumpur, pues ya hay tantas torres alrededor que siempre quedan medio tapadas. Desde dónde estaba este apartamento, una de ellas se veía toda y la otra la mitad superior. Además también se veía la famosa torre de telecomunicaciones, junto a una vista brutal ya que no había ningún edificio enfrente en decenas de metros que tapara nada. No imaginaba que las vistas desde la cama fueran tan espectaculares. ¡Así si que vale la piensa despertarse cada mañana!

Dejé la maleta y la mochila de inmediato y me quedé mirando por la ventana no sé cuánto rato, mucho. Luego tomando fotos y volviendo a mirar. Además, la torre estaba casi en la punta norte de la ciudad, por lo que tenía una visión casi completa de toda la ciudad, pues sólo podía ver a 180º frente a mí, pero es que detrás ya no había casi nada, lo interesante estaba delante de que era lo que podía ver. Simplemente brutal y totalmente inesperado. Hacía 7 horas que había dejado el hotel de Malaca, 7 horas para llegar al apartamento a menos de 200km, pero había merecido la pena. En ese momento ya se me había olvidado todo, de hecho ya no pensaba en nada.

Hacia las 17:30h empezó a llorar, la típica lluvia tropical de tarde, bastante fuerte pero corta. No tenía nada que comer y no quería salir lloviendo, así que tomé un café mientras leía toda la información que tenía de Kuala Lumpur así como la página en Wikitravel para organizar lo que haría al día siguiente. Todo con el portátil junto a la ventana y mirando cada 5 minutos por la misma, pues era inevitable mirar mas la ventana que el portátil.

Hacia las 19h paró de llover y salí a comprar comida. Ya había mirado por Google Maps si había algún restaurante cerca, pero realmente la torre estaba en una zona con pocos restaurantes y menos sitios ambulante, evidentemente no se puede tener todo, pues la torre estaba en una zona que permitía ver toda la ciudad siendo una zona alejada del centro.

Así que fui directamente a un 7-elevan que había a 15 minutos andando. Por el camino ya iría mirando si encontraba algún restaurante e investigar un poco la zona.

A mitad de camino había un restaurante y varios sitios ambulante pero a esa hora ya estaban todos medio cerrando, por ahora no me servían pero para los días posteriores sí. Así que fui hasta el 7-eleven y compré comida para cenar y una garrafa de agua de 6L ya para todos los días.

Volví al apartamento a cenar, pues no había comido nada en todo el día. Comí bastante más de lo habitual para compensar mientras miraba noticias y por la ventana, más por la ventana que las noticias. No podía cenar en ninguna parte mejor que en el apartamento, era simplemente fantástico.

Y hacia las 21h fui hacia la cama a mirar a Netflix mientras me dormía, y como hasta entonces, mirando mas por la ventana que Netflix, pues desde la cama también tenía visión directa en las Torres Petronas, y siendo de noche la imagen todavía era mucho mejor, todo iluminado, la ciudad, las torres, la Menara KL, todo. No tenía palabras para describir lo que veía. Ésta sería, sin duda, la mejor noche de todo el viaje.

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